UN FALLO
— 31 octubre, 2011 0 64Buenos Aires SOS.- 31 de octubre de 2001.- (Por Mario Bellocchio).- En la noche del miércoles 26 de octubre, el Tribunal Oral Federal Nº 5 con sede en Comodoro Py 2002 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dictó sentencia en la causa conocida como “causa ESMA”. Los aberrantes hechos sucedidos en ese centro clandestino de detención durante la dictadura genocida (1976-83) recibieron la condena a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad para los ex marinos Alfredo Astiz, Jorge “El Tigre” Acosta, Ricardo Cavallo, Antonio Pernías, Raúl Scheller, Oscar Antonio Montes, Alberto González, Jorge Radice, Adolfo Donda, Julio Coronel y Ernesto Weber. Mientras que para Manuel García Tallada la pena fue de 25 años de cárcel.
Un fallo no restaña las heridas del corazón y la carne; no resucita muertos; no restituye a la cotidianidad a los desaparecidos; no recompone afectos ni pérdidas queridas; no devuelve la razón a los que enloquecieron de dolor; no deshumilla a los humillados ni “desveja” a los vejados…, sólo hace camino al andar de la Justicia.
Enseña a los rufianes victimarios que es tan aborrecible su horrenda masacre, que lo único que tornaron como auténticamente desaparecido es el perdón humano.
Juicio, condena y castigo a los feroces detentadores del poder, ha dejado de ser sólo un deseo.
Tendrá tiempo Astiz para la higiene de su escarapela, seguramente ya despojado de la sonrisa irónica conque pretendió una última burla a los descendientes de sus víctimas. Tendrá tiempo para la revisión de sus actos aberrantes, tiempo para releer “Mein Kampf”, tiempo para trazar tácticas para eludir a sus posibles violadores carcelarios, tiempo para transcurrir en un domicilio indeseado. Tiempo…, hasta que los gusanos rechacen su cadaver.
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