Buenos Aires Sos (BAS).- Noviembre 2008.- (Por Hernán Harispe).- Por unas palabras de Juan Gelman publicadas en un medio argentino me llegó a Francia la muy mala noticia de la muerte de José Luis Mangieri.
A estas horas escritores, poetas, periodistas escribirán sobre Mangieri. Será el homenaje a quien tanto tiempo -su vida entera- dedicó justamente para que otros fueran leídos y publicados. Fue su oficio militante. Dar las hojas, la tinta, el espacio, el libro para que escritores desconocidos se conocieran. Para que escritores consagrados llegaran a los barrios populares, a las plazas, a los sindicatos que luchaban.
Su biografía intelectual dice que editó 800 libros!!! Conocí a Mangieri en una reunión -la única en la que estuve- del grupo El Pan Duro, allá por los años 60. Se reunían en casa mi hermano -en Soldado de la Independencia- o en la calle Malabia o en un bar de Callao, cerca del Congreso. Y en muchos cafés de Buenos Aires.
Allí iban los fundadores del grupo. El primero, Juan Gelman. También Héctor Negro, Carlos González -poeta y pintor-, Rosario Masse, Vainer, Juana Bagnosi, Carlos Brocatto, Guillermo B. Harispe, mi hermano. Y otros que se me escapan por su nombre. Y Mangieri estaba ahí.
Además de leer poemas y textos, discutían y polemizaban hasta la madrugada los temas de la época: ¿para qué sirve la poesía ? ¿y la cultura ? ¿y la política ? Y cómo democratizar la SADE. Y las formas de la militancia del escritor. Y Vietnam. Y Argelia. Y Cuba. Y preanunciaban los años que vendrían en aquella Argentina de sueños, de utopías.
Muchos de esos poemas fueron publicado por Mangieri, Brocatto y Ema Cortez en la Rosa Blindada. Después de esos años José Luis siguió editando. La dictadura lo persiguió, lo buscó, allanó su casa. Pero no dieron con él. Mangieri logró sumergirse en las redes de solidaridad que él mismo había construido a fuerza de militancia y cultura. Y continuó. Infatigable. Hasta ayer. Hasta hace un rato. Y seguirá siempre como un ejemplo de esa vieja lucha por politizar a la cultura y culturalizar a la política. Mangiere ayudó mucho, luchó enormemente, para alcanzar esa síntesis (Publicado en ANC-UTPBA).
Leave a reply