SMILE: MACRI LOVES YOU
— 20 septiembre, 2009 0 7Buenos Aires Sos (BAS).- Agosto 2008.- (Por Alfredo Grande).- El jefe de Gobierno Mauricio Macri declaró que “el desafío del Bicentenario es por la excelencia educativa, a través de una educación pública, gratuita y de calidad”.
Hace varios años, en un Congreso de Salud Mental en la ciudad de Tucumán, un grupo de colegas estábamos en sobremesa. Le preguntamos al mozo qué bebidas había (no existía el análisis de alcoholemia y además tampoco teníamos que conducir)para amenizar la tertulia. Luego de enumerar las más populares agregó: “además tenemos guitorche”.
Tardamos varios minutos en descifrar qué tipo de bebida era, y nos convencimos de que debía ser una especialidad tucumana. Hasta que el “eureka” fue visualizar una conocida etiqueta: White Horse. Nos dimos cuenta de que la versión tucumana de esa marca de whisky era guitorche.
Por cierto, con la notable decisión de la Municipalidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde cada vez caben menos, esta anécdota simplemente no hubiera sucedido. La excelencia, la pertenencia a ese mundo primero se logra con la clave del idioma: inglés para todos. No pretendo cuestionar que la aldea global habla el idioma del imperio. Lo que sí creo se debe cuestionar es que la claridad y excelencia bien entendida empiece por el idioma. Si las espantosas carencias en educación, salud, vivienda pudieran ser mitigadas o eliminadas hablando en inglés, otro gallo cantaría (another chicken sing).
Esta decisión de un gobierno que hace culto de suprimir partidas presupuestarias para la atención de niñas, niños y adolescentes en situación de riesgo, de los centros de atención a drogadependientes, con reformas ilegales de los hospitales neuropsiquiátricos, con cierre de centros culturales, del teatro Colón, etc, parece más bien la estrategia del Guasón con Batman.
El corredor Macri-Scioli nos lleva a las profecías de los noventa, donde la convertibilidad era la prueba irrefutable de que estábamos en el primer mundo. El inglés es la convertibilidad absoluta: “Tengo hambre – I´m hungry”, “No tengo madre – I feel like a motherless child”, como cantaba el genial Paul Robeson.
Puede ser que políglota sea un interesante punto de llegada.
Pero las necesidades cada vez más básicas y siempre insatisfechas, no se resuelven por idioma sino por políticas. Desaparecen todos los días lenguas de pueblos originarios. Hay idiomas que los habla una sola persona. El genocidio también ha sido el de las lenguas. Los crímenes de la ETA no anulan que al pueblo vasco se le prohibió usar su idioma y que a los rebeldes se les amputaba la lengua.
La “excelencia educativa” que pregonan las autoridades de la C.A.B.A., que en algunos lugares cada vez se parece más a La Cava, es apenas un frac para tapar el cuerpo sufrido. Imponer un idioma no es un acto para facilitar la comunicación a futuros turistas internacionales.
Idioma es cultura. Y en un país colonizado por diferentes modalidades del imperio, con un himno nacional censurado y castrado, no parece que speak english ayude a ningún proceso de emancipación. Y menos porque no se llegará al inglés desde el deseo (en ese caso habría que ofrecer también al alumno la opción francés, chino, japonés, ruso, etc) sino desde la obligatoriedad.
Quizá el proyecto real sea que se hable, se piense y se sienta en inglés, idioma de las multinacionales, las computadoras, los celulares, las ofertas de los supermercados, y que si algún exótico alumno lo pide, pueda aprender español. O guaraní. O quechua. Previo paso por un gabinete psicológico donde pueda ser estudiado por su curiosa preferencia por usos y costumbres obsoletas.
Quizá las primeras oraciones en inglés tendrán que ver con decir correctamente: ¿Quién me cura la sarna? ¿Por qué mi padre le pega a mi mamá? (mummy) ¿No hay pan duro para el hambre? La memoria es también la del futuro. Ni siquiera lo que pudiera estar bien, en manos de las políticas de la derecha está bien. Última esperanza (last hope), que una maestra con los ovarios bien puestos comience la clase de inglés con un contundente: “revolution now”. (Publicado por Agencia Pelota de Trapo)
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