OTRO ABRAZO SIMBÓLICO EN LA ESCUELA MARIANO ACOSTA
— 1 julio, 2010 0 22Buenos Aires Sos.- 1 de julio de 2010.- (Por Alejandra Cassinelli).- Los alumnos, padres y docentes de la Escuela Superior en Lenguas Vivas Mariano Acosta del barrio porteño de Balvanera realizaron, este mediodía, un abrazo simbólico a ese colegio, en reclamo de obras edilicias, luego de que la semana pasada se cayó parte de mampostería del edificio.
Durante el abrazo, los integrantes de la comunidad educativa marcharon alrededor del edificio de la centenaria escuela portando una gran bandera argentina por las calles Moreno, 24 de noviembre, Alsina y Urquiza.
La marcha fue decidida luego que la semana pasada parte de un friso de cinco kilos se cayó desde una altura de siete metros sobre una zona de circulación de alumnos y docentes, lo que generó gran preocupación en la comunidad educativa.
El edificio también tiene otros problemas como «filtraciones en los techos, lo que hace que se deteriore la mampostería, que luego se cae», dijo Carlos Ibaceta, integrante de la Comisión Técnica de Padres del Mariano Acosta.
Otra cuestión es que de las tres calderas del edificio, sólo funciona una, por lo que la parte nueva del edificio al que asisten 2.000 alumnos de nivel primario, secundario y terciario y dos sectores denominados irónicamente `Siberia` y `Transiberia` no tienen calefacción, precisó.
Asimismo, señaló que otra cuestión que motiva los reclamos es que «el sistema de detección de incendios y la bomba de agua están fuera de funcionamiento».
Ibaceta recordó que luego de la caída de uno de los techos de un aula en el 2007, se elevó a las autoridades del Gobierno porteño un informe técnico con 100 puntos pendientes y en marzo de 2008 se hizo una ampliación del informe y dieron respuesta sólo a dos puntos.
En 2009 se cayó el cielorraso del pasillo final de la zona denominada como `Transiberia` y, en ese momento, las autoridades hicieron la revisión de cielorrasos internos y retiraron los que estaban en riesgo, tal cual lo había planteado la Comisión de Padres.
El pasado lunes se realizó una asamblea de padres, alumnos y docentes, en las que participó el funcionario del ministerio de educación porteña, Max Gulmanelli, que terminó reconociendo, que no tenía ningún poder de decisión, sólo pudo comprometerse a elaborar un plan de acción y presentarlo en 48 hs. Este límite de tiempo lo impusieron los padres, ya que el asesor pretendía diluir la cuestión en más reuniones informativas. Escuchado esto, la asamblea resolvió, por unanimidad, la retirada del asesor, quien en su discurso desconoció que la escuela llevara tanto tiempo reclamando. Mientras tanto, los arquitectos a cargo de la infraestructura edilicia, pretendieron pasar desapercibidos, ante el requerimiento de su presencia, por parte de los integrantes de la asamblea, se quedaron parados en un costado y fueron pocas palabras las que pronunciaron, sólo sus nombres, apenas audibles.
La rectora, Raquel Papalardo, advirtió que si no se llega a una solución continuarán realizando «los abrazos y marchas que sean necesarios hasta que se logre la refacción del edificio».
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