LA PATOTA DE MACRI
— 22 septiembre, 2009 0 10Buenos Aires Sos.- Marzo 2009.- (Por Gabriela Sharpe).- Mediante el decreto 1232/08 Macri creó la UCEP -Unidad de Control del Espacio Público- que los faculta para “mantener el espacio público libre de usurpadores por vía de la persuasión «. Qué entenderan estos civiles de aspecto corpulento y cara de pocos amigos cuando los funcionarios del Ministerio de Espacio Público les ordenan“limpiar” las plazas porteñas de intrusos carentes de vivienda.
Las plazas públicas, uno de los pocos espacios verdes, cerradas, por la noche, con candado, ya no son preocupación de estos funcionarios, que salen por las noches porteñas buscando por veredas y bajadas de autopistas a quien «Persuadir» para que deje el ocasional lugar en defensa del «bien común».
Pero qué entienden ellos por «Persuadir?
La Defensoría del Pueblo porteña registró tres denuncias que refieren al uso de la violencia contra cartoneros y personas sin techo por parte de funcionarios de la UCEP. La que más compromete a esta fuerza es la denuncia realizada por Gustavo Diego Pérez, un “recuperador urbano” que asegura que » a las 2 de la madrugada del 2 de octubre, trece personas que bajaron de un camión con la inscripción “Panizza” y de cuatro camionetas en Lima e Independencia, le tiraron todas sus pertenencias en una compactadora y las destruyeron, junto con sus documentos. Según su testimonio, lo mismo les sucedió a varios compañeros. Pero uno se atrevió a espiar la patente del camión e hizo la denuncia». La Defensoría la chequeó y comprobó que el rodado está a nombre del Gobierno porteño.
Otra de las denuncias corresponde a Jorge Alonso, Párroco de la iglesia Inmaculado Corazón de María quien » asegura que el 7 de octubre a la 1 A.M. en Constitución al 1000, donde vive, fue testigo de la agresión física a un indigente de 66 años que duerme desde hace ocho meses bajo la autopista. Vio cómo más de 20 jóvenes lo echaron a patadas y lo golpearon en el estómago luego de amenazarlo con cortarle el cuello con un instrumento cortante. Los insultaron y le dieron, en nombre del Gobierno porteño, 24 horas para desocupar el lugar. Si no –amenazaron– volverían e incendiarían sus pertenencias. (Ver más denuncias en www.defensoria.org.ar).
Con estas denuncias los bloques de la oposición en la Legislatura porteña solicitaron que Juan Pablo Piccardo, ministro de Espacio Público del gobierno de Macri, “brinde explicaciones” sobre la UCEP y sobre los últimos “desalojos administrativos” que efectuó el Gobierno de la Ciudad, entre ellos el violento desalojo que se efectuo en Paseo Colón 1588.
Son interesantes los datos suministrados por la ONG Médicos del Mundo Argentina en su Informe Anual «Salud en la Calle» que refleja las conclusiones de un año de trabajo con las personas en situación de calle de la Ciudad de Buenos Aires, que denunció, entre otras cosas, grupos de represión y falta de atención sanitaria a los indigentes porteños.
El documento se pregunta «¿Qué le pasa a una sociedad y un Estado que naturaliza como parte de su paisaje cotidiano que miles de chicos, adultos e incluso ancianos vivan y mueran en las calles de una gran Ciudad como Buenos Aires? Sin duda, esta pregunta es el primer disparador que nos interpela para pensar si las más de 10 mil personas en situación de calle y sin techo que habitan el mapa porteño realmente en los últimos años fueron/son prioridad humana, política, social del Estado local.»
«Frente a este panorama, lo paradójico es que nos encontramos con un Estado porteño preocupado centralmente por 2 cuestiones: 1- La privatización del espacio público, del «cuidado/enrrejado de nuestros parques, plazas, calles», que en definitiva significa la expulsión del Otro, del diferente, del indigente, del marginado. 2- La focalización y reducción de los servicios públicos esenciales apuntando sólo a resolver a quienes son «porteños» sus demandas más urgentes. Es el Estado penal por sobre el Estado social. No hace falta más que ver la desfuncionalización de servicios públicos de salud y sociales porteños para ver esta avanzada», concluyó el titular de Médicos del Mundo, Gonzalo Basile.
Conviene reflexionar en las palabtras de la diputada Liliana Parada (Bloque Igualdad social -Espacio Sí) al sostener que «Han creado una unidad paramilitar habilitada, ya por acción u omisión, para violar los Derechos Humanos, sobre todo de los que menos tienen, o mejor, de los que no tienen nada».
Son muchos, andan con una camioneta del Gobierno de la Ciudad, son callados y de puños cerrados. Conversan poco, pegan mucho. No se acerque, La Ciudad de Macri trabaja para Usted.
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