Buenos Aires SOS

La Torre Fantasma

Un día cualquiera vas recorriendo el barrio de La Boca y ves un edificio con una cúpula similar a una torre de ajedrez. En la esquina de Almirante Brown y su intersección con las calles Wenceslao Villafañe y Benito Pérez Galdós se erige La Torre Fantasma.

Construida en 1908 por el arquitecto catalán Guillermo Álvarez por encargo de María Luisa Auvert Aurnad, el palacete fue habitado por la terrateniente quien pidió, especialmente, completar la decoración con muebles y plantas autóctonas de la zona ibérica. Después de vivir allí un año, repentinamente Auvert Aurnad y el personal, dejaron la casa sin motivo aparente.

Posteriormente, una inmobiliaria subdividió el palacio y lo alquiló a varios inquilinos, en su mayoría, artistas del barrio. El último piso (el de la torre), era habitado por Clementina, una artista plástica de Venado Tuerto.

En la torre solían organizar fiestas y exposiciones muy concurridas por la bohemia de aquel entonces. Al enterarse de este movimiento, una periodista, decidió ir hasta el lugar para realizar una entrevista. En las semanas siguientes algo extraño comenzó a suceder: los gritos se apoderaron del lugar hasta que una noche, Clementina corrió con destino a la ventana y se arrojó al vacío.

Días después de la muerte, la periodista recibió las fotografías que había sacado y para su sorpresa, en una de ellas salían retratados 3 duendes. Algunos meses después, la periodista ubicó a la antigua dueña (Auvert Aurnad) y la fue a entrevistar a su estancia en Rauch. La entrevistada le contó una vieja leyenda de Cataluña que cuenta que en los bosques de los Pirineos vivían los Follets que son pequeños duendes que habitan en los hongos.

Nunca se pudo establecer la conexión entre la muerte y los duendes pero la leyenda urbana perduró a lo largo del tiempo. En la actualidad, algunos aseguran escuchar los pasos de Clementina corriendo hacia la ventana para encontrar su destino final.