Buenos Aires SOS

Norberto Gonzalo clava la mirada cuando habla. Busca en el rostro del otro una atención que la logra con sólo iniciar su decir sobre el teatro (pasión que lo envuelve en cada gesto), la actual situación de la cultura en el país, sus inicios como actor, el amor por el teatro independiente, la creación de un espacio que en plena decadencia social del año 2.000 , abrió sus puertas a la magia, la fantasía y la creación, como es “La Máscara”, ubicado en Piedras 736, al lado del SUTEBA, organización con la que lo une “un respeto y afecto de siempre”.

“A los compañeros solidarios del SUTEBA sólo les pedí una cosa cuando la idea se gestaba y la propuesta de tener un teatro era una realidad: autonomía absoluta” -explica Gonzalo. Y lo logró, desde hace 17 años que “La Máscara” se constituyó en un fiel estandarte del teatro independiente. “Tengo un enorme afecto por la organización y los compañeros que la conducen. Nos tenemos un respeto mutuo” -señala con orgullo.

En la entrada de “La Máscara” hay un cartel que marca el sentido profundo de la existencia de ese espacio cultural tan vital para estos tiempos: “Porque este nombre simboliza una lucha emblemática y un legado histórico: el teatro independiente (…) porque quisimos que el homenaje tenga forma de teatro…porque queremos seguir luchando (…)”

Gonzalo actor y director señala el cartel con orgullo de un pibe que patea su primer gol. Su inicio en la actividad profesional fue en el año 1970. Integró durante muchos años el elenco de la Comedia Nacional, y actuó en el Teatro Cervantes donde participó en varias obras de autores clásicos como “Edipo Rey”; “Romeo y Julieta”, “Hamlet” o “Las del barranco”, entre otras.

“La sala la inauguramos en plena crisis del 2.000, un 14 de agosto, con “Mateo”, -cuenta Norberto Gonzalo, una obra teatral perteneciente al género grotesco criollo, del escritor argentino Armando Discépolo. Luego no paramos. El teatro siempre está abierto a otras expresiones de la cultura”.

El lugar muestra el cuidado diario, es algo así como un diamante que al que se le dedica una enorme pasión. La misma pasión que Norberto pone cuando afirma que son épocas de “resistencia cultural, con ese concepto nació este lugar, donde se respira creatividad y rebeldía”.

Si como decía el cartel de Diógenes en el Monte Olimpo de la Grecia con minorías pensantes: “Aquí no pasa nadie que no sea subversivo”, podríamos parafrasearlo y decir de Gonzalo y “La Máscara”: aquí entran todos los que aman la cultura, la cultura popular, el arte y escapan del vértigo de los reality o show mediáticos.

Gonzalo o el “Bocha” para muchos, participó de los inicios de la experiencia fundante de “Teatro Abierto”, en plena dictadura.

“Era la manera de decir que estábamos vivos, que resistíamos, y que el arte gana”, sentencia el actor y director, quien también fue secretario general de la Asociación Argentina de Actores, cuando el sindicato se integró a la CTA.

En televisión trabajó en “Ficciones”, “Vínculos”, “El precio del poder”, Vulnerables”, “Campeones” , “Resistiré” y “Los Simuladores”, entre otros

El “Bocha” nombra escritores, autores, obras, directores, momentos, lugares, tiempos negros del país y la actual situación de la cultura, sin parar, con bronca y sin vueltas: ”estamos viviendo una fuerte crisis cultural, política y económica. Las salas de teatro independiente son muy difíciles de sostener en el tiempo. La presencia de espectadores bajó casi un 50%. Sólo se salvan algunas salas de la calle Corrientes, pero es porque empresas o corporaciones grandes compran paquetes de entradas para sus empleados o invitados especiales. El resto-agrega- resistimos y seguimos, es una lucha desigual, pero la damos”.

Hay un dato nada menor, los padrinos de “La Máscara” son algo así como símbolos de por dónde se va y hacia dónde se va. Ellos son: Pepe Soriano, Roberto Cossa, Norma Aleandro y Alejandra Boero.

Gonzalo muestra «su» teatro con orgullo, como en una relación simbiótica, cada lugar es conocido casi con la certeza de un afecto profundo. La sala huele a teatro independiente, a gente, a butacas que esperan el fín de semana.

Hay una pregunta y una respuesta final: -¿Qué queres seguir haciendo?-

“Un teatro que exprese al pueblo”.

(Nota. La sala «La Máscara» pertenece a ARTEI ( Asociación Argentina del Teatro Independiente)

(Por Héctor Sosa)