LAS LIBRERIAS Y YO
— 16 septiembre, 2009 0 10Buenos Aires Sos (BAS).- Mayo 2007.- En 1986 ganó el Premio Casa de las Amèricas de Literatura para niños. Desde entonces esta escritora no hizo más que publicar libros para jóvenes, hasta devenir una de las más prolíficas autoras argentinas y estar entrre los escritores más destacados de la última década, según la Fundación Konex. Si hay un olor de esta ciudad contaminada que me gusta es el de las librerías. Por épocas, como a muchos, me estaba vedado comprar aquellas novedades que se encendían ante mis ojos como un semáforo verde. Entraba igual. Porque me daba la sensación de estar en un lugar donde algunos amigos secretos me seguirían esperando. Entre tanto, con los otros amigos, los corporizados, poníamos a disposición nuestras respectivas bibliotecas —esos rincones que atraen como un imán cuando vamos por primera vez a una casa y queremos descubrir quién vive en ella— y así compartíamos nuestra sed. Cada vez que repaso mis lecturas, mi formación heterodoxa como la de tantos lectores porteños, también rindo un íntimo homenaje al Centro Editor de América Latina que me permitió aliviar la comezón. Y no con cualquier cosa: le agradezco haber sabido de Cortázar, Flaubert, Dostoievsky, Abelardo Castillo, Carson Mc Cullers, Rivera… En esta realidad convulsionada, las librerías siguen siendo para mí una especie de templo donde alguien me quiere decir algo que puede ayudarme a vivir. Palpitar la ciudad hoy, ir al cine o al teatro con amigos y terminar la velada en una pizzería no estaría completo si no incluyera una entrada para ver qué hay de nuevo (y de siempre) en una librería. (Texto extraído de NotiColihue)
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