THE FIRST NATIONAL BANK OF BOSTON
— 7 marzo, 2011 0 21Buenos Aires SOS.- 7 de marzo de 2011.- Diagonal Norte y Florida, una de las esquinas más frercuentadas de la ciudad de Buenos Aires. Durante los 365 días del año su ritmo no se detiene. Visto desde arriba es un hervidero de personas, donde la voragine lo puede todo, caminan concentrados, corren los delivery. Visto desde abajo, sentado, por ejemplo, en el monumento a Sáenz Peña, realizado por el escultor argentino José Fioravanti, en 1936, la perspectiva cambia.
Sientese, tome un descanso, respire lentamente, hagase un tiempito para usted y mire, solamente mire hacía arriba, hacia los costados, y disfrute de esa esquina.
Sin más que mover un poco la cabeza se encontrará con una de las obras arquitéctonicas que engrosan la lista de inmuebles catalogados como patrimonio de la ciudad de Buenos Aires. Se trata del edificio del ex Banco de Boston.
El First National Bank of Boston se instaló en nuestro país en julio de 1917 y contrató a los arquitectos Paul Bell Chambers y Louis Newbery Thomas para diseñar el edificio.
En 1924 quedó oficialmente inaugurado. Se caracteriza por su fachada neoplateresca español de 115 metros de extensión, diseñada en homenaje al renacimiento español con esculturas inspiradas en el Convento de San Marcos, en León y en la Librería de la Catedral, en Santiago. La arcada de la esquina de la peatonal Florida, de 17 metros de altura, está inspirada en el Hospital de Santa Cruz, de Toledo (construido en el siglo XVI). La obra remata con una de las cúpulas más lindas de la ciudad, es circular con tejas coloniales españolas de color rojo.
La entrada, ubicada en Florida 99, fue realizada en Inglaterra y se destaca por su exquisito trabajo realizado en bronce y su peso de cuatro toneladas de piedra calcárea, extraídas de Indiana y talladas en Nueva York.
Cuando en diciembre del 2001, el gobierno de De la Rua decretó confiscar los ahorros de los argentinos, la puerta del Banco de Boston se hizo mundialmente conocida. Durante meses los ahorristas, cacerola en mano, se reunieron exigiendo su dinero. A pesar que la puerta fue aporreada, escrita, se convirtió en el emblema de la furia porteña, nadie salió a dar una respuesta.
Si se continua mirando hacía arriba, se verá que hasta el primer piso se trabajó la decoración en granito de Cosquín, provincia de Córdoba y el resto fue hecho con revoque de piedra artificial blanco, con piedra molida de Mar del Plata.
Sobre la calle Bartolomé Mitre, entre Florida y San Martín, una placa anuncia que en ese predio vivió el doctor Mariano Moreno, entre 1805 y 1811, pero este es tema de otra nota.
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